Pedales básicos para Metal

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En este artículo te mostramos cómo configurar una unidad de efectos básica para Metal.

El metal se caracteriza por sonidos densos, pesados y agresivos. Si cuentas con un buen ampli, probablemente seas capaz de obtener un buen tono metal sólo con él. Pero igualmente, nunca está de más configurar una pedalera de efectos para engordar y pulir aún más el sonido y, sobre todo, darle tu impronta particular. Aquí van los pedales que consideramos básicos para conseguirlo.

Origen del Heavy Metal

Antes de empezar a configurar nuestra línea de efectos, es importante establecer un objetivo. Y en este caso el objetivo es claro. Así que no está mal hacer un poco de repaso histórico sobre lo que es el heavy metal. Nacido de las semillas del blues rock, hard rock y rock psicodélico de finales de los 50 y principios de los 60, los primeros grupos en popularizar el estilo fueron Led Zeppelin, Deep Purple y Black Sabbath, aunque grupos no tan conocidos como Blue Cheer, Blue Öyster Cult o UFO lo fueron definiendo desde la escena underground. Más tarde, grupos como Metallica, Iron Maiden o Pantera llevaron el género a la primera línea mundial.

Así que podemos concluir que el término heavy metal agrupa un heterogéneo conjunto de estilos caracterizados por el sonido denso de guitarras distorsionadas, riff pesados, ritmos rápidos y una actitud agresiva y poderosa. Por lo tanto, para conseguir un buen sonido metal, lo principal es que tu guitarra suene lo más densa y pesada posible. ¿Cómo lo conseguimos?

Empecemos con la guitarra y el ampli. Para ese tipo de sonido, lo ideal es contar con una guitarra con pastillas dobles, ya que normalmente nos dan un sonido más redondo que las simples. Lo siguiente es contar con un amplificador capaz de generar mucha ganancia. En el mercado hay muchas opciones: desde micro amplificadores muy potentes a pesar de su tamaño (Diezel VH Micro) hasta bestias de 100 W como el Friedman BE-100 Deluxe, pasando por opciones intermedias como el Soldano SLO-30 que encierra una gran potencia y versatilidad en “tan solo” 30W.

Pedales de efectos para Metal

Ya tenemos el equipo básico. Vamos ahora a pulirlo y a ponerle unas gotitas de personalidad. Y esto lo vamos a conseguir con una cadena también básica de pedales de efectos que esperamos os sirva como base para conformar vuestro propio sonido. Vamos a dar ejemplos de pedales concretos, pero evidentemente podéis usar el que más os guste y, por supuesto, podéis obviar algunas partes de la cadena y añadir otras. ¡Experimenta hasta encontrar tu propio sonido!

1) Afinador

Afinador: esencial para estar siempre a tono.

Aunque parezca mentira, este es el pedal que más va a influir en que tengáis un buen sonido porque, seamos realistas, da igual lo caro o bueno que sea tu equipo, si la guitarra no está afinada, va a sonar SIEMPRE mal. ¡¡¡Así que lo primero es haceros con un buen pedal afinador como el RockTuner PT 2!!!

2) Wah

Inyecta interés en tus secciones rítmicas y solos con el Wah.

¿Os acordáis de que el heavy metal surge de las raíces del blues rock y rock psicodélico? Bien, pues de ahí probablemente haya quedado el uso del Wah como uno de los pedales más reconocibles dentro del género heavy metal. Si bien en sus precursores se utilizaba más como un elemento rítmico, además de melódico, en el metal el wah se suele usar más en la ejecución de solos rápidos. Un buen ejemplo es el solo de guitarra en el tema ‘Enter Sandman’ de Metallica
Como ejemplo de pedal de wah hemos escogido el Electro-Harmonix Next Step Crying Tone porque consideramos que proporciona un efecto bastante bueno a un precio razonable y, además, cuenta con la particularidad de no tener partes “móviles” que se puedan romper, por lo que además es duradero. Otras alternativas son los míticos Wah-Wah de Vox o el Cry Baby de Dunlop.

3) Distorsión/Overdrive

El pedal que va a definir más vuestro sonido Metal es el de Distorsión.

Este pedal va a ser muy importante porque es el que va a contribuir más a definir nuestro tono. Por lo tanto, nuestro consejo es invertir un poco más en este efecto para obtener la mejor calidad posible. Obviamente os lo podéis ahorrar si estáis contentos con el sonido del canal Lead de vuestro amplificador. Una buena opción a buen precio son las micro reproducciones de grandes amplificadores como el VH4 de Diezel, una auténtica bestia de metal, o la versión micro del BE-100 de Friedman

En formato pedal, que es lo que nos compete, hay algunas opciones muy interesantes que simulan los canales Lead de alguno de los mejores amplificadores, como el Soldano Super Lead Overdrive que podría parecer caro, pero si comparamos su precio con el amplificador en el que está inspirado, en realidad la rebaja es considerable. 
Pero el mercado está lleno de opciones, desde económicas como Xvive V2 Distortion por 30€ hasta opciones de gran calidad como el Wampler Dracarys. Lo bueno es que hoy en día hay pruebas de sonido de prácticamente todas estas opciones, para ayudarte a decidir cuál va más con tu estilo o gusto personal.

También podéis probar con pedales de Overdrive (OV) con mucha ganancia, aunque normalmente para el género metal lo mejor es un efecto más potente, como el de distorsión.

4) Noise Gate (Puerta de ruido)

Hay que controlar el ruido de base que genera la distorsión con un buen pedal de puerta de ruido.

No es imprescindible, pero os puede ayudar mucho en caso de que el pedal de distorsión o canal lead tenga un ruido de base considerable. Al ser mucha la ganancia que manejan estos pedales y canales, normalmente tienden a producir una base de ruido que puede ensuciar el sonido final. Por ejemplo, cuando no estamos tocando y despegamos las manos de las cuerdas, suele producirse un zumbido de base muy molesto. La puerta de ruido (noise gate) nos ayuda a controlar esos zumbidos desagradables. Para eso, establecemos un nivel de señal mínimo (medido en db) por debajo del cual, se cierra la puerta para impedir que se cuele ruido por debajo de ese umbral. Esta sencilla puerta de ruido de Xvive, hace lo que promete por apenas 30€.

5) Modulación (Chorus, Phaser, Flanger)

«Sazonar» un poco vuestro sonido con efectos de modulación, como el chorus, os hará sonar mejor.

Si nuestra cadena de efectos fuera una receta para hacer un buen bistec, el pedal de distorsión sería la carne y los efectos de modulación la sal y pimienta. Después de conseguir un buen pedal de distorsión, no está de más “sazonarlo” con algún efecto de modulación que le de un carácter único o que mejore el sonido. El flanger y el phaser por ejemplo, van muy bien para efectos rítmicos tanto para limpio como para distorsión, o para darle un toque distintivo a nuestros solos o partes más melódicas. Por su parte, un pedal de chorus como el Supro Chorus además de darle un toque particular ‘acampanado’ también engorda el sonido. Metallica hizo uso extensivo del chorus en su disco Ride the Lightning.

6) Reverb/Delay

El efecto perfecto para dar un tono épico a vuestro sonido es el Reverb/Delay

Y siguiendo nuestro ejemplo de la receta, como siempre hay que acompañar un buen plato de un buen postre, el pedal de Reverb/Delay funciona como la guinda del pastel. En primer lugar, nos puede ayudar a dar dimensión a nuestras partes sin distorsión, creando un sonido épico. En cuanto a la distorsión, un poco de reverb ayuda a engordar el sonido, mientras que el delay nos puede ayudar a crear interesantes riffs rítmicos. Siempre sin pasarnos, que mucho dulce empalaga. Por último, donde normalmente funcionan mejor estos efectos es en la ejecución de solos, ya que suele ser la parte más épica del tema. Aquí puedes añadirle tanto efecto como consideres oportuno, pero sí que te aconsejamos que lo pongas siempre al final de tu cadena de efectos. En la imagen, el Teisco Pedal Delay.

Conclusión

Como has visto no hacen falta muchos pedales para obtener una buena configuración para metal. Lo más importante es contar con una buena distorsión, ya provenga del propio amplificador o de un pedal, acompañarlo de herramientas útiles como el afinador y la puerta de ruido, sazonarlo un poco con efectos de modulación como el phaser/chorus/flanger y añadir un buen wah y pedal de reverb/delay para poner la guinda al pastel. 


Evidentemente, una vez establecida la base, hay otros pedales que también podrían venir bien, como un compresor para equilibrar la ejecución, un ecualizador para pulir más el tono o efectos más locos como un whammy. Aquí el cielo es el límite y dependerá de ti cuánto quieras innovar. Nosotros te aconsejamos que lo hagas sin miedo. Así es como empiezan los sonidos legendarios.

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